martes, 8 de noviembre de 2011

¿QUÉ ES LA ECONOMÍA VERDE O SOSTENIBLE?

Economía verde: una nueva forma de relacionarse

      En 2008, el PNUMA (Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente) lanzó la Iniciativa de Economía Verde a fin de establecer nuevas dinámicas sociales y políticas de crecimiento económico para alcanzar los múltiples objetivos que se ha fijado la comunidad internacional, entre ellos la Agenda 21, el Plan de Aplicación de Johannesburgo y los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
     El PNUMA define una Economía Verde como un componente fundamental del desarrollo sostenible, e incluye actividades económicas relacionadas con la producción, distribución y consumo de bienes y servicios que a largo plazo consiguen mejorar el bienestar humano y reducir las desigualdades, al tiempo que no expone a las generaciones futuras a riesgos medioambientales significativos ni a carencias ecológicas. Un modelo económico que permite alcanzar la sostenibilidad ambiental, la justicia social y la equidad.
     Una economía verde se caracteriza por el incremento sustancial de las inversiones en sectores económicos que protegen y aumentan el capital natural de la Tierra o reducen las carencias ecológicas y los riesgos ambientales. Estos sectores incluyen las energías renovables, el transporte con bajas emisiones de carbono, los edificios ecoeficientes, las tecnologías limpias, la gestión mejorada de los residuos, la provisión mejorada de agua, la agricultura, la silvicultura y la pesca sostenibles.
     Las inversiones económicas han de ir acompañadas de reformas en la política nacional e internacional. Esta reestructuración conduce a adoptar procesos de consumo y producción sostenibles, una mayor contribución de los sectores verdes al Producto Interior Bruto (PIB), más empleos en los sectores verdes y con condiciones laborales dignas, una producción con menor intensidad energética y de recursos, menos residuos y contaminación y una significativa disminución en las emisiones de gases de efecto invernadero.
      Para lograr una verdadera transición hacia una economía verde, además de alternativas económicas y ecológicas, se precisa una transformación política y social, para lo cual la educación a todos los niveles juega un papel fundamental. El trabajo más arduo consiste en la construcción de nuevas maneras de cultivar las relaciones entre los seres humanos y con la naturaleza asumiendo la responsabilidad compartida de nuestros actos. Los efectos de nuestras acciones ya sean individuales o colectivas, afectan a toda la humanidad, y la nueva situación del mundo, haciendo referencia a la globalización, hace que los efectos transciendan los estados nación y que hablemos de la tierra como espacio que se ve afectado.
      El ser humano interactúa con su entorno y el planeta por lo que debe establecer las condiciones de justicia y solidaridad para poder generar un ambiente sostenible que posibilite abordar las necesidades de generaciones futuras y preservar la vida del planeta. Esta nueva relación con el entorno nos exige valorar las acciones que cada individuo debe asumir de manera personal para preservar la vida en la Tierra, a la vez que se construye una sociedad civil planetaria y un nuevo concepto de gobernabilidad que asegure la justicia social, la equidad y la sostenibilidad.
     Para mayor información, favor consultar: www.unep.org/greeneconomy

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